martes, 24 de julio de 2012

DIARIO NTR: La Casa Hogar y el pueblo de Rio Grande


La Casa Hogar y el pueblo de Río Grande

NTRzacatecas.com
Cuauhtémoc Hinojosa Herrera
Martes 17 de julio de 2012

El esfuerzo, la dedicación y el amor de cientos de riograndenses puesto en el objetivo de construir una casa que dé asilo a los ancianos desprotegidos del municipio y hasta del estado, consagra la Casa Hogar Santa Elena como una muestra más de la generosidad y buenos valores que prevalecen en nuestro querido Río Grande.
No he tenido la fortuna de ser parte de este gran proyecto, al menos no de manera directa, pero como ciudadano observador de los aconteceres relevantes de mi pueblo he sido testigo fiel del sudor derramado en la frente de los líderes que encabezaron la encomienda, y también de las múltiples aportaciones que miles de héroes anónimos han hecho para que la obra se concluyera.
Cada piedra puesta en la obra, cada trámite realizado para obtener algún apoyo, cada sinsabor recibido por la negatividad del político o burócrata que detesta el empuje del ciudadano organizado, hoy tiene su recompensa. Pese a las adversidades, se abren las puertas de la Casa Hogar y, con ello, todos los habitantes de Río Grande ganamos con el ejemplo de valentía que nos dejan quienes forjaron la idea y la hicieron realidad.
Los riograndenses, como un todo, debemos darle una justa dimensión a la construcción del asilo de ancianos, no para criticar el diseño arquitectónico del edificio, tampoco para echarle alcohol a las heridas que seguramente dejó enfrentar inercias; sino para revalorarnos y ponernos propósitos constructivos aún más ambiciosos. El municipio tiene muchas carencias, por desgracia caminamos a la par de los problemas del país.
Los pueblos se edifican a partir de emblemas, y tener una casa hogar de las características físicas que tiene y bajo las circunstancias en las que se construyó, debe ser muestra de la capacidad organizativa que tiene nuestra sociedad.
Estoy cierto de que no es el primer esfuerzo ciudadano y tampoco la primera obra social que se construye bajo la iniciativa de personas de buena voluntad y mucho menos será última; sin embargo, bajo el nuevo contexto político que vivimos, debe ser un recordatorio perenne, a todos y cada uno de los servidores públicos del municipio y del estado, de que lo que más nos debe de ocupar como pueblo es concretar objetivos comunes que permitan legar a nuestro niños y niñas un Río Grande del que puedan sentirse orgullos y no avergonzados.

Publicado en: Opinión
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